¡MARCHANDO UNA DE MATEMÁTICAS!
En el artículo de Santaolalla (2011) aprenderemos las matemáticas a través de la elaboración de una paella tradicional. Tanto en las matemáticas como en la elaboración de una receta, las apariencias engañan, lo que no es ve es fundamental e imprescindible. Para hacer una buena paella tenemos que seguir unos pasos, unas fases como son: la fase manipulativa, la simbólica y la abstracta.
En primer lugar, la fase manipulativa es en la que tenemos que poner “las manos en la masa”, los profesores debemos darles la oportunidad a nuestros alumnos de que toqueteen las matemáticas. Cuando tienen entre sus manos esos objetos pueden observar, experimentar, buscar estrategias, formular preguntas, cometer errores, en definitiva, tienen la inteligencia en sus manos. Sin embargo, no podemos basar la enseñanza de las matemáticas, solo en esta paella, ya que solo con el sofrito la paella no tiene sabor y nunca llegará a ser una verdadera paella. Para seguir avanzando en crear una rica paella tenemos que pasar a la fase siguiente, la simbólica. En esta fase debemos tener paciencia, si echamos el arroz antes de tiempo, no tendrá todo el sabor. Para pasar de lo concreto a lo abstracto los niños necesitan tiempo. Los niños trabajarán sobre objetos concretos y también operarán sobre representaciones gráficas como son los dibujos. Para finalizar y tener lista nuestra paella hay que decorar y para ello tenemos que pasar por la fase abstracta, donde se pasa de los símbolos a los signos, se empieza a operar con los números. Lo importante es que el niño haya comprendido el concepto y luego automatizarlo. Debemos tener cuidado, porque si empezamos desde esta etapa el aprendizaje de las matemáticas se vuelve mecánico y memorístico y de esta manera pierden su lógica, diversión y emoción. Una vez pasadas estas tres fases, nuestra paella estará rica y lista para ser comida.
En conclusión, como docentes tenemos que ser valientes, darles a nuestros alumnos la maravillosa experiencia de aprender matemáticas entendiéndolas y encontrándoles el sentido. Esta paella debería pasar a todos los futuros y actuales docentes, para que partan de ella y no se olviden que para que la paella esté comestible no solo debemos utilizar los números, sino que hay que manipular y utilizar símbolos. Si me paro a pensar en mi experiencia vivida, tanto como docente en prácticas o alumna, la mayoría de profesores olvidaban (o tal vez no conocían) las primeras dos fases, haciendo que las matemáticas fueran un proceso memorístico donde no comprendíamos la mayoría de los conceptos.
Santaolalla, E. (2011). Marchando una de matemáticas, Revista Padres y maestros, 341, pp. 10 – 13.
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